Nos encontramos en el momento justo del año para redactar nuestra carta a sus majestades los Reyes Magos, porque es tiempo para pedir, para ver todo aquello que necesitamos a nivel personal y también profesional y redactar ese folio lleno de sueños que contribuirá a que nuestra vida sea más placentera.
Pero por otro lado también es tiempo de planificar. Es tiempo de observar el año que se acaba, analizar nuestros éxitos para poder replicarlos en futuras ocasiones y nuestros fracasos para ver donde podemos mejorar y de esta forma no caer en los mismos errores, con el fin último de conseguir cumplir nuestros objetivos.
Tenemos una oportunidad especial, y tan especial es que solamente se da una vez al año. Tenemos que ser conscientes de que sus reales majestades no volverán hasta dentro de doce meses, por lo tanto deberemos de tener especial cuidado en qué pedir y en base a lo que pediremos, planificaremos para conseguir realizar nuestros sueños.
Queridos Reyes Magos;
Otro año más fumando,… en fin.
El año pasado les pedí un cigarro electrónico para dejarlo, son bastante caros y aproveché el momento y por eso les doy las gracias por traérmelo. Menudo inventazo. No producía adicción porque no contenía nicotina… Ay, ay, ay!!! Esa nicotina… como la echaba de menos. Además me dejaban fumar en muchos sitios en los que con un cigarrillo normal no podía, El caso es que me gustó tanto el aparato, y echaba tanto de menos a la nicotina que no pude dejar de fumar y donde no me dejaban fumar usaba el aparatejo.
Hace poco me inscribí en un grupo de ayuda para conseguir dejarlo. En él, me decían que me propusiera mis propios objetivos. Claro está que quise ser el más aplicado de la clase y me propuse como objetivo dejar de fumar al día siguiente, y la verdad es que lo conseguí, pero a los dos días, mi intervención en el encuentro grupal fue verdaderamente vergonzante porque tuve que admitir que en ese mismo día ya llevaba casi un paquete de cigarrillos y alguna que otra carga de mi amiguete el electrónico.
Me volvieron a decir que me fijara un objetivo, pero esta vez no tan amplio, por ejemplo fumar menos. Me pareció algo tan fácil y asumible que lo hice.
Me compré un cuaderno y escribí todos los días de la semana de todos los meses del año hasta el día de hoy y en cada uno de ellos iba rebajando la dosis por periodos. ¡Son las once de la noche y he fumado 3 cigarrillos!
El año pasado, en mi carta también les pedí que me trajeran una cosa que vi en la tele que al parecer se llama elíptica, estaba convencido de que este año conseguiría ponerme en forma, es decir, quítame esos 15 kilitos que no hay forma de que se emancipen de una vez. A alguno de esos kilitos le conozco desde mi adolescencia, el problema viene cuando se traen a sus amigos y se multiplican de una manera increíble. Pues bien, el primer día me di una paliza que no pude moverme en una semana y después de eso me dije, y porque no quitarme los kilos como me quité los cigarrillos, saqué mi libreta y escribí todos los días de la semana de todos los meses del año hasta el día de hoy, y son las 11:30 de la noche y ya he invertido mis 30 minutos encima de mi amiga la elíptica.
¿Se acuerdan del impresionante curso de inglés que también les pedí y que no me trajeron?… Pues menos mal, porque mi mujer me compro la versión reducida de 13 fascículos y si no tienen inconveniente pueden pasar a recogerlo también, yo se lo regalo, lo que pasa es que el primer fascículo tiene el retractilado quitado, pero no se preocupen porque no le he dado forma ni a la primera hoja al abrirlo. Solamente acercarme a los fascículos de la estantería me daban ganas de subirme en la elíptica, que por ese lado entiendo que no fue un fracaso. En definitiva volví a pensar en mi cuaderno, el cuaderno mágico acabé llamándole, porque todo aquello que apuntaba se cumplía, y entonces escribí todos los días de la semana de todos los meses del año hasta el día de hoy, en cada día apuntaba 2 o 3 palabras que oía en una canción o veía escrita en algún lugar y ese día el objetivo era aprendérmela de memoria, a día de hoy llevo aprendidas unas 600 palabras en inglés y hasta entiendo algunas de las canciones de los últimos éxitos.
Mis reales altezas, espero no haberles aburrido con todo esto que les he contado, solamente quería explicarles porque este año quiero que me regalen un cuaderno mágico como el que tengo, que a este no le quedan casi hojas. Pero a ser posible que traiga varias columnas para que pueda poner más cosas, como horarios, tiempo invertido, materiales que tengo que comprar para realizar las tareas diarias y cosas así…
Si algo he aprendido de los regalos de este año ha sido que ‘todo aquello que no escribes no existe y que todo aquello que escribes y no planificas en el tiempo nunca se hará realidad’.
Muchísimas gracias por todo mis queridísimos Reyes Magos.
