Reconozcámoslo: teletrabajar con un niño, varios niños, niños y adolescentes, solo adolescentes o cualquier combinación de hijos o menores a cargo que se nos ocurra durante 24 horas entre cuatro paredes, en pleno confinamiento por la crisis sanitaria, a lo que se suma un curso escolar virtual, compaginando deberes, videoconferencias, jornada laboral, reuniones y ratitos de ocio, de unos y de otros, no es tarea nada fácil. Pero que nada fácil…
Partiendo de esa realidad y asumiendo la situación, es posible encontrar fórmulas que conviertan el teletrabajo en una opción realmente productiva para ti y para tu equipo, como ya te contábamos en anteriores posts. La cuestión es ¿cómo? ¡Aquí van algunas recomendaciones:
1.- Pues con la mano en el corazón, lo más sensato que te podemos decir es: madruga. Se va a convertir en la mejor forma de sacar partido al día. Aprovechar esos momentos en los que los niños todavía no se han despertado y el silencio te dará la concentración que necesitas, un 100% dedicada al trabajo. Lo mejor sería que cada noche visualices en tu mente o pongas por escrito cómo vas a organizar las tareas del día siguiente, así al despertar ya estarás totalmente operativo. ¡Ah! Y si tus hijos están en edad de siestas, no las desaproveches. Son otros momentos que te puedes permitir con una total disponibilidad para desempeñar tu trabajo.
2.- Asume que trabajar las 8 horas de jornada laboral ininterrumpida va a ser imposible, así que, como le tendrás que dedicar tiempo a los niños, cuenta con ello y planifícalo en la medida de lo posible. Por ejemplo, puedes dedicar unos minutos a compartir el momento del desayuno antes de que se pongan con las tareas escolares o con alguna actividad programada y tú puedas volver a tus tareas
3.- Sí, sabemos que los dispositivos tecnológicos y la televisión en exceso son malos para los niños y para los adolescentes y que crean adición y… en fin, lo sabemos. Pero dada la excepcionalidad de las circunstancias, ¿no podrías hacer un poco ‘la vista gorda’ y darle más tiempo extra a los peques?¡Seguro que sí! Sabes que el ratito que dure la película, la serie o los dibujos animados los niños van a estar entretenidos y tú posiblemente podrás trabajar mejor.
4.- Está claro que no es lo mismo tener en casa a adolescentes de secundaria que a niños de infantil, pero procura hablar con ellos, con cada uno a su manera, y explicar cuál es la situación respecto a tu necesidad de trabajar y tus sentimientos sobre el tema. Con los hijos mayores se puede establecer un horario diario para que hagan deberes de forma programada, compaginando momentos de ocio para ellos en solitario y así tú puedes usar esas mismas horas para trabajar. Más difícil es en caso de convivir con niños pequeños porque es casi imposible que asimilen tantos cambios que estamos viviendo, asumiendo que sus padres estén en casa pero no estén disponibles para jugar con ellos. Tu objetivo al fin y al cabo debería ser intentar mantener una misma rutina para ti (trabajo/ocio personal/ocio familiar) y para los niños (deberes/ocio personal/ ocio familiar) todos los días para delimitar los tiempos.
5.- Crear espacios para cada uno es algo que siempre funciona, pero no es fácil de conseguir, sobre todo porque entra en juego la propia distribución y tamaño de la casa. De nuevo, dependiendo de la edad, los niños pueden compartir la misma estancia que los adultos en situación de teletrabajo, pero, sin duda, lo ideal es estar en habitaciones diferentes pues a todos os cundirá más el tiempo y tendréis menos interrupciones. Un buen sistema consiste en marcar tiempos de silencio y trabajo.
6.- Si hay más de un adulto teletrabajando y si alguno tiene mayor flexibilidad en la jornada laboral que otro, podéis establecer horarios que alternen el cuidado y atención de los niños con las tareas del trabajo de cada uno. Esa sí que es una fórmula magistral para que el teletrabajo con niños en casa resulte plenamente productivo, pero lo normal no es encontrar una situación tan idílica.
Vivimos una situación excepcional y hay que tomarla como tal. Sé realista. Establece prioridades a la hora de trabajar y separa lo urgente de lo importante. Prioriza las tareas de cada jornada porque no vas a ser capaz de llegar a todo con niños y adolescentes en casa llamándote cada dos por tres demandando tu atención o pidiendo tu ayuda… Y, sobre todo, no te sientas culpable. Tanto tú como los niños hacéis lo que podéis en un contexto que nunca nadie había vivido antes y al que nos vamos adaptando de forma distinta, cada uno a su manera…
