Ya estamos aquí. Hemos regresado de nuestras felices vacaciones. Morenos, rollizos y con el móvil cargado de impactantes imágenes de calas vírgenes, montañas inalcanzables, ciudades flotantes… en fin cada quién es cada cual.
Durante este período intentamos olvidar las subidas de los tipos de interés, la inflación, el tráfico de la ciudad, el cambio climático e, incluso, los problemas de pareja.
Pero, inexorablemente, todo llega a su fin y lo bueno mucho más rápido. Nos toca regresar. ¿Nos encontraremos con los mismos problemas que teníamos al inicio de las vacaciones?