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Adaptación al cambio

Un contexto como el actual ha sido capaz de poner sobre la mesa una de las cualidades más impresionantes del ser humano: la capacidad de adaptación al cambio. Mejor o peor, antes o después, mayores o pequeños… Todos, absolutamente todos nos hemos adaptado a la situación que nos ha tocado vivir. Y, si lo pensamos fríamente, ¡es algo increíble! Sobre todo, porque el cambio se ha producido de un día para otro, sin preaviso, sin planificar, sin mentalizarnos… ¡y sin haber pasado nunca antes por una situación parecida!

Cierto es que, en general, no ha resultado fácil asumir según qué aspectos: restricciones de movilidad, de sociabilidad, de accesibilidad… No ha sido nada sencillo pasar en cuestión de horas de una rutina personal y profesional afianzada durante años a una nueva rutina radicalmente opuesta. Pero lo teníamos que hacer y lo hemos hecho.

Y si algo ha quedado claro es que, cuando existe una causa de fuerza mayor en la que, como en esta crisis sanitaria mundial, lo que está en juego es la vida o la muerte, todos arrimamos el hombro a nivel individual y colectivo, demostrando que resulta posible una adaptación tanto de personas como de otros actores sociales a gran escala.

Las personas

¡Grandes! La inmensa mayoría hemos cumplido con las normas, respetando en cada momento lo que sí y lo que no estaba permitido y prohibido. ¡Claro que hemos pasado por estados emocionales complicados, diferentes y contradictorios! Quejándonos, culpabilizando, negando, afirmando… pero, finalmente, alcanzamos un equilibrio que nos ha permitido sobrevivir, adaptarnos y estar donde estamos ahora. ¡Y en tiempo récord!

Definitivamente, el ser humano tiene una capacidad de superación impresionante. Y, por lo que se está demostrando, no es algo localizado geográficamente, sino que es algo innato en la especie extensivo a cualquier punto del globo terráqueo y cualquier idiosincrasia cultural.

Las empresas

Lógico pensar que, si las empresas están formadas por personas y las personas se adaptan al cambio, las empresas también lo harán. Pero no es tan sencillo, porque una empresa, al final, es un ‘todo’ en el que interactúa no solo un equipo humano, sino también recursos materiales y un mercado externo compuesto de más organizaciones que tienen sus propias casuísticas.

Todavía es pronto para augurar qué pasará con ciertos sectores especialmente perjudicados por un parón de actividad como el que hemos vivido, pero, en general, las empresas, hoy por hoy, ya están sabiendo convertir esta crisis en una oportunidad. Especialmente en lo que se refiere a los sistemas de trabajo a distancia. Se está demostrando que los procesos pueden funcionar de forma productiva realizándose en modalidad de teletrabajo, lo que, seguro, supondrá un antes y un después en determinadas tomas de decisiones empresariales.

Visto lo visto, en este momento en el que nos encontramos, con una sociedad completamente inmersa en el cambio, viviendo su día a día con absoluta normalidad… ¡no podemos más que felicitarnos y darnos la enhorabuena por demostrar una impresionante capacidad de adaptación! Sin duda, ¡el ser humano es increíble!

Adaptación al cambio

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