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A vueltas con la mochila austriaca

¿Has oído hablar de la mochila austriaca?, ¿sabes en que consiste exactamente?, ¿conoces la ventajas e inconvenientes para empresa y trabajador?

Cíclicamente y sobre todo en periodos de crisis como los que nos ha tocado vivir, algún agente social “pone sobre la mesa” el tema de la mochila austriaca, una figura que, como su nombre indica, nació en el país centroeuropeo y que ofrece una alternativa para la reforma del sistema de indemnizaciones por desempleo e indirectamente complementa el sistema de pensiones.

¿Qué es la mochila austriaca?

Inicialmente, y de un modo meramente definitorio, la mochila austriaca se trata de un fondo que el empresario nutre periódicamente en favor del trabajador en función del salario que percibe para así acumular una capital propiedad del trabajador del que este puede disponer en caso de despido, cambio de trabajo o jubilación. Pero esta definición requiere de muchos matices.

Así visto todo parecen ventajas, el trabajador genera un ahorro que le acompaña toda su vida y del que puede beneficiarse cuándo pudiera necesitarlo y la empresa mediante esta provisión evita llegado el momento el desembolso de una indemnización e incluso recupera parte de su libertad de maniobra, ya que a la hora de prescindir de un trabajador el argumento envenenado de prescindir del trabajador cuya indemnización sea más baja en beneficio de aquel que generaría mayor importe dejará de tener fundamento, permitiendo tomar las decisiones por méritos profesionales y no por la situación económica.

El trabajador, a su vez, no perdería derechos ya que a su mochila austriaca sumaria su prestación por desempleo. Actualmente un trabajador que esté toda su vida en la misma empresa en el momento de su jubilación “pierde” esa posibilidad de indemnización, del mismo modo que si un trabajador decide dejar su trabajo para optar a un crecimiento profesional renuncia a los derechos adquiridos, asumiendo el riesgo de que esta aventura no resulte como se espera y pueda encontrarse en desempleo sin derecho a indemnización alguna. Así pues, la mochila austriaca ayuda a salvaguardar una protección extremadamente valiosa de nuestro ordenamiento que es la posibilidad de indemnización por despido.

A vueltas con la mochila austriacaEsta seguridad de poder trasladar la mochila a tu nuevo empleo aumentaría la predisposición del trabajador a cambiar de empresa, con lo que estas deberían de esforzarse en ofrecer a sus plantillas proyectos atractivos para mantener el talento en la empresa forzando así una mejora de las condiciones del mercado laboral.

Hasta el momento solo vemos puntos positivos de esta medida, cabe preguntarse por qué no se ha implantado aún. Y es que no hemos hablado de uno de los principales puntos de discusión: ¿quién aporta los fondos a la mochila austriaca?, el empresario según la definición del modelo; pero ¿asume ese coste o supone una nueva deducción salarial al trabajador?

Aplicaciones prácticas

En Austria la aportación es del 1,53% del salario del trabajador, aportado por el empresario. En España ese porcentaje debería ser de entre 3% y un 4% acorde a las indemnizaciones por despido de nuestro ordenamiento, aunque también hay una corriente que plantea la posibilidad de que la aportación sea equivalente a la austriaca y se mantenga el sistema de indemnización por despido, pero rebajando al 50% su importe, una “mochila españolizada”.

Con el sistema actual, un trabajador con diez años de antigüedad en su empresa y un salario de 25.000€ anuales en el momento de su despido tendría las siguientes indemnizaciones (fuente www.poderjudicial.es):

Con la mochila austriaca ese mismo trabajador tendría acumulado en su mochila:

En caso de despido la diferencia es muy clara “en contra del trabajador” pero ¿si pensamos en el otro caso comentado, el del trabajador que está toda su vida en la misma empresa?, a este cuándo llega a la jubilación en el sistema actual se le entregaran CERO euros, con la mochila austriaca, suponiendo que ha estado en la empresa 30 años con ese mismo sueldo anual de 25.000€, y nunca ha dispuesto de ese fondo, le corresponden casi 11.500€.

Estos cálculos nos colocan frente a la primera realidad, la indemnización por un posible despido es bastante inferior con el modelo austriaco, pero el acumulado que percibes en el momento de la jubilación se compara con CERO, así que la mochila gana en este punto.

¿Quién aporta esos fondos?

Pero no me quiero desviar de la pregunta inicial: ¿quién aporta estos fondos? Si lo hace el trabajador, podríamos interpretar que es él mismo quien está generado su bolsa de indemnización o jubilación y si tan solo recayese sobre las empresas generaría un sobrecoste empresarial de difícil encaje económico. Algunos agentes sociales han apuntado a la posibilidad de que la primera carga de saldos en las mochilas de los trabajadores se realice con cargo a fondos europeos, pero esta opción también cuenta con detractores.

A vueltas con la mochila austriacaEl Banco de España, en su momento, valoró muy positivamente la posibilidad de que el Estado financie con una cantidad cercana a los 8.500 millones de euros la transición entre sistemas, para finalmente implantar una mochila austriaca por la cual las empresas aportarían al fondo seis días de salario por año trabajado (lo que supone un 1,66% del salario anual) y a cambio las indemnizaciones se reducirían aproximadamente al 50% de su importe actual.

¿Quién gestiona estos fondos?

La gestión de estos fondos en Austria es llevada a cabo por empresas privadas previamente autorizadas por el Estado que, a cambio de una comisión, gestionan esos fondos con el compromiso de que no pierdan valor y, en la medida de las posibilidades de los mercados, hacerlos crecer.

¿Cómo tributan estos fondos?

En Austria el sistema tiene previsto que en el momento en que dispongas de esos fondos pagarás un 6% en impuestos, pero, si en ese momento lo depositas en un fondo privado de pensiones, se obtiene exoneración fiscal, una medida de claro fomento hacia esas figuras financieras y que lógicamente obtiene de este modo el apoyo de la banca privada.

Desde hace años se plantea el problema de mantener el sistema de pensiones, la mochila austriaca es o puede ser una de tantas posibles propuestas para intentar dar solución a un problema en ciernes, si es difícil mantener el actual sistema de pensiones que se encuentra en edad de cotizar el “baby-boom” resulta difícil pensar como podrá hacerse cuándo los miembros de la generación más numerosa pasen a ser perceptores y no cotizantes.

Someone told me long ago

There’s a calm before the storm

I know, it’s been comin’ for some time

When it’s over, so they say

It’ll rain a sunny day…

 

A vueltas con la mochila austriaca

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