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8 miedos que debe superar un director de Recursos Humanos

‘¡Tengo miedo, mami!’ Me decía mi hijo anoche mientras se tapaba la cabeza con el edredón nórdico. Harry Potter y algunos de sus tenebrosos amiguitos han hecho estragos en la conciliación del sueño de mi primogénito. Menos mal que, con un poco de chistes y risas, se le fue pasando poco a poco.

Pero yo me preguntaba en esos momentos, ¿es bueno tener miedo?

En mi vida ha habido muchos momentos en que he tenido miedo y además, de muchos tipos y en diferentes entornos. He tenido ese miedo al que denominaría sano y que me hace estar alerta para protegerme a mí y a los míos. Y a veces ese miedo insano que lo que hacía es paralizarme y no dejarme sobresalir.

El miedo existe y seguirá existiendo pero ha ido evolucionando con el paso de los años.

Por ejemplo en el entorno laboral, el miedo era un método de motivación en aquellas empresas que no necesitaban a personas que pensasen, simplemente como mano de obra para cadenas de montaje.

Por suerte, hoy, ese miedo como motivación, está decayendo porque lo que necesitan los nuevos modelos de empresas es talento, creatividad y esto no se motiva con miedo ni penalizando el error. El miedo anula el talento.

Pero aun así, el miedo sigue existiendo y pueden ser muchos:

  1. Miedo al liderazgo. Hay veces que el ser tímido o el pasar desapercibido impiden sacar ese líder que llevas dentro y hay situaciones en que necesitas hacerlo.
  2. Miedo a no alcanzar objetivos.
  3. Miedo a tus superiores. Sobre todo este miedo aparece cuando se coartan tus posibilidades de desarrollar tu potencial. Buscar otras áreas de trabajo donde los líderes apoyen tu buen hacer y el buen trabajo en equipo que puedas desarrollar sería una solución.
  4. Miedo a ser mediocre y no estar cualificado para tu trabajo
  5. Miedo a estar solo, a equivocarse, a fracasar, a la crítica, al cambio, a perder, al ridículo.
  6. Miedo al despido… Hoy en día el trabajo “fijo” como se entendían antes ya no existen. Ahora el trabajo por obra y servicio o temporal es lo que más se utiliza y esto crea al trabajador un miedo a la inestabilidad laboral que hay que combatir con la idea de hacer un buen trabajo y “vivir al día”.
  7. Miedo a la obsolescencia. Un alto porcentaje de empleados cree que sus habilidades o las aptitudes por las se les contrató no le servirán en un par de años, o sea que estarán obsoletos. El mundo está cambiando tan rápido que nuestra carrera se va quedando retrasada.
  8. Miedo a los avances tecnológicos. La tecnología está quitando puestos de trabajo y esto es ya sabido por la mayoría de la población activa.

Los departamentos de Recursos Humanos tienen una gran labor para neutralizar estos miedos que todos y cada uno de nosotros hemos sentido, sentimos y/o sentiremos en algún momento de nuestra vida laboral.

De sobra es sabido que una persona más productiva y efectiva es aquella que es más feliz y que no siente la espada de Damocles sobre su cabeza. Cuando las personas viven asustadas no funcionan bien.

Por eso, desde Recursos Humanos se debe hacer hincapié, por el bien de la empresa y del empleado, en minimizar estos miedos y no dejar que se extiendan a toda la plantilla porque una vez instaurada es muy difícil de eliminar.

-Uno de los principales objetivos es fomentar el reconocimiento de las personas y ayudarles a tener éxito.

-Mejorar la capacidad de escucha.

-En cuanto a los despidos, que están intrínsecos en cualquier empresa, se deben de cuidar los procedimientos para que sea lo más llevadero posible.

-La comunicación es muy necesaria ya que la ausencia de la misma provoca inseguridades… La transparencia en la empresa es importantísima aunque sea para comunicar noticias no muy positivas.

-Establecer una Confianza entre empresa y empleado. Se deben admitir errores y cumplir las promesas hechas

El reto de las organizaciones consiste en tratar el miedo para mejorar los resultados de negocio y hacer frente a los cambios que cada vez son más rápidos.

En conclusión…tendremos miedos, claro que sí, pero lo importante es saber superarlos y sacar siempre de ellos la valentía necesaria para seguir teniendo ilusión.

8 miedos que debe superar un director de Recursos Humanos

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