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‘Dios los cría y ellos se juntan’. A tener en cuenta en el reclutamiento de personas

Es un verdadero desafío para el departamento de selección de una organización el lograr conseguir captar el perfil adecuado al puesto de trabajo ofertado. La selección no es una ciencia exacta, podríamos decir más bien que es una ciencia bastante inexacta. Esto es así porque a la hora de intentar definir a la persona en todas las facetas se manejan relativamente pocos datos.

En los últimos tiempos esta situación tiende a cambiar gracias a toda la tecnología que tenemos a nuestra disposición, como la inteligencia artificial, el big data, la huella digital, etc. Aun así, a día de hoy, el acierto en la selección dista de lo que sería deseable si tenemos en cuenta los grandes costes en los que incurrimos en tales procesos.

Si nos referimos estrictamente a los criterios del proceso, se tienen en cuenta circunstancias como la formación del candidato, la experiencia, factores motivacionales, aspectos recogidos en la entrevista personal…, pero lo que pasa es que algunas de las fases más críticas del propio proceso pueden ser superadas a través de un entrenamiento previo, cuyo objetivo en sí mismo es el de superar el proceso, pero no el de dar una imagen real del candidato, ¿esto realmente es apropiado?, ¿puede tener repercusiones claves a la hora de elegir el perfil correcto?, seguro que sí.

Una vez superado el proceso e incorporado el trabajador a su marco laboral, es el momento de la adaptación, y también influyen de forma determinante otros aspectos más subjetivos de la organización y poco controlables en el proceso de selección como el ambiente de trabajo, las diferentes personalidades de los integrantes de los equipos, los valores de la organización y cualquier aspecto que por pequeño que sea puede determinar que la persona seleccionada no se adapte y desemboque en una ruptura de relación profesional con la consiguiente pérdida de inversión en la selección por parte de la empresa.

Actualmente existen diferentes formas de realizar un proceso de selección. Partiendo del clásico y antiguo currículo escrito a mano que se deposita en el departamento de personal de la empresa que causa el interés al candidato, las grandes plataformas tecnológicas en las que introducimos nuestros datos y que con complejos algoritmos son capaces de cruzar datos de candidatos y ofertas, secciones dentro de las propias páginas web de empresas que captan sus propios currículos de personas que les gustaría trabajar en ellas, consultoras especializadas en recruiting para perfiles específicos etc. En definitiva, dedicamos muchísimo dinero y esfuerzo en reclutar personas a través de redes, bolsas de trabajo externas, sistemas web internos de gestión de candidatos, pero… ¿cuánto esfuerzo y dinero invertimos en reclutar personas recomendadas por nuestros propios empleados?

Nos encontramos en un momento en el que estamos totalmente expuestos dentro del mundo virtual, y si no lo estamos por decisión personal es que no existimos. Está ocurriendo que, debido a esta exposición no es real todo lo que decimos que somos, se tiende a mejorar los perfiles. Estamos viendo en diferentes casos públicos y referido al aspecto formativo del currículo un aluvión de titulación tipo low effort, y en otros aspectos no formativos también existe tendencia novelesca más que real.

En las organizaciones existen grandes profesionales de confianza muy adaptados a la organización, ¿cuántas veces les hemos preguntado si conocen a alguien que quiera trabajar en esa organización?, ¿tenemos planes de captación a través de empleados?

Si una persona es compatible con otra en diferentes aspectos de la cotidianidad, podríamos decir que jugamos con ventaja a la hora de pronosticar que esa persona se adaptará igual de bien a la organización que el profesional que trabaja en ella.

En definitiva, si nos gusta lo que tenemos en casa, sería interesante preguntar dentro antes de buscar fuentes externas o por lo menos no dejar de lado este camino, porque, bien por antiguo o por cierto, siempre se ha dicho que ‘Dios los cría y ellos se juntan’.

‘Dios los cría y ellos se juntan’. A tener en cuenta en el reclutamiento de personas

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